Luego saldré a la calle,
y allí, sin reflejos,
sin ver ningún charco,
sin cruzarme con ningún espejo,
miraré sin verme.
Campanario de la Catedral de Córdoba reflejado en una fuente del Patio de los Naranjos.
Un rincón fuera del mundo desencantado
Campanario de la Catedral de Córdoba reflejado en una fuente del Patio de los Naranjos.
Cuando apuntas con un dedo, recuerda que los otros tres dedos te señalan a tí.
Es algo así como estar sin estar; ser sin ser...
ResponderEliminarVamos un paseo fantasmal,¿no?
Besos guapa.
A veces uno ni se reconoce, con o sin espejos, charcos y demás jejeje
ResponderEliminarSaludillos.
Nunca nos levantamos ni nos acostamos siendo las mismas personas.
ResponderEliminaruN saludo.