Aquí me encuentro esta noche helada
buscando el calor de tus ojos
que se perdieron en la madrugada.
Sólo la luna es testigo
de que guardo todo mi fuego
para poder ser tu abrigo.
Quiero gritar tu nombre
hasta sentir mi garganta crujir
llamarte desde lejos
mas sé que no me puedes oir.
Si no te quedas cerca
cuando tengo el corazón varado
ya no daré más pasos
quedaron mis pies cansados.