Nadie aprende que a veces perdiendo se gana,
nadie aprende a irse cuando no toca quedarse.
Que el amor no es infinito
porque llega al alma
Y si no lo paras te hiere
te encarcela las entrañas.
Y todo es complicado
llegas alto y acabas abajo,
te encuentras sola
nadie te ha mirado.
Será el destino
que juega a un juego
para mí desconocido.
¿Por favor me lo repites?
Es que aún no lo he aprendido.
Mira de lado y su risa me invade
su juego consiste
en no dar segundas oportunidades.