Anoche soñé contigo, y en mis sueños te tuve.
Era tan real que me olvidé de los demás,
y fui tan feliz...que no quería dejarte ir.
Viniste a buscarme porque no podías callar más
y yo disimulando, como si no te quisiera abrazar.
Fue tan extraño...porque era tan real y a la vez tan irreal...
Fue tan extraño...porque era tan real y a la vez tan irreal...
Pero yo te tuve anoche, y eso que sentí no fue mentira.
Aunque estuviera soñando, lo sentí tan de verdad
que por un momento viví de nuevo la felicidad,
y te dije cuanto te echaba de menos...
Por eso tenía tanto miedo de volverte a ver,
por eso la última vez me escondía en los rincones del anochecer.
Aunque estuviera soñando, en mis sueños te tuve,
y fue tan maravilloso como tocar con las manos una nube.
Luego desperté y me di cuenta que las nubes no pueden tocarse,
Luego desperté y me di cuenta que las nubes no pueden tocarse,
pero yo soñé contigo,
abrí la puerta y escapé a los sueños,
y en mis sueños te tenía...
Todos los que sueñan son jóvenes, independientemente de la edad cronológica. Dejar de soñar es acceder al principio del fin.
ResponderEliminarQue sigas soñando mcuho y bonito, Vanessa
la tristeza de despertar...
ResponderEliminaryo tambien la sufrod e cuando en cuando...
preciosos textos...
un abrazo
Wow amiga, amo esos sueños, aunque sean tan solo por un rato y se esfumen a la hora de despertarnos, porque te dejan esa sensación de que realmente han pasado, y sinceramente, tiene su encanto en esa extraña mezcla que existen entre la nostalgia y la realidad...
ResponderEliminarBuen post, un abrazo!