Me levanto temprano, pienso en tí, me tomo mi café y ahora ya empiezo a despertarme. Voy al calendario de mesa y paso una página más intentando no mirar el número de la hoja; no me importa, para mí no es importante el número, ya perdí la cuenta y no sé cuantos llevo ni lo quiero saber. Siempre fui de ciencias pero me dan igual los números.
Quizás el día de hoy sea distinto al de ayer, puede que suene el teléfono, quien sabe… Una vez ya sonó. Y entonces será cuando mire el número del calendario, para así recordarlo y tal vez asignarlo como mi número de la suerte. Pero sigo sin número. No puedo cantar bingo. Ni siquiera línea. La única línea que conseguí era una línea discontínua y sin lápiz para poder unirla.
Sigue avanzando mi día. Me visto, me arreglo, perfilo de rojo vino tinto la línea de mis labios…qué fácil me parece. Es buena señal. Me alegra pensar que hay líneas todavía contínuas por alguna parte.
lunes, 30 de agosto de 2010
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Llega un momento en que la espera es insoportable. Luego llega la calma donde puedes pintarte del color que quieras. No de gris o negro esos son míos jejeje
ResponderEliminarBésix
Hola amig@!
ResponderEliminarDesde el lugar donde habita
mi corazón, te envio
un abrazo enorme
lleno de cariño.
Gracias por tus visitas
a mi blog
y por tu desinteresada amistad.
Que tengas una bonita semana...
Alexander♥
Lo malo de esperar es que te encuentras como en un limbo de tiempo dónde no haces nada, no pasa nada, sólo esperas... Bueno, tú por lo menos tomas café y ya te arreglas. Y bien que haces.
ResponderEliminarla vida es rutina, cierto, el truco es buscar pequeños ángulos muertos por los que lograr escapar...
ResponderEliminarDurante mucho tiempo he pasado hojas de calendario, sin ton ni son, pensando que cada día iba a ser igual que el anterior. Constantemente mirando al pasado y pensando que nunca nada va a ser como fue antes...
ResponderEliminarPero sé que nada cambia y es por mi culpa. Tampoco hago nada para que cambie. Me he acomodado pasando hojas y pensando que todo es aburrido y gris...
Es hora de mirar hacia delante, no quiero más límites que los que impongan mis fuerzas.
Un saludo.
Oski.
Siempre hay líneas continuas,lo que pasa es que a veces no sentimos ni deseos de saberlas.
ResponderEliminarUn besazo.
A mi no me alegra pensar que hay líneas continuas. Me alegraría ver alguna con mis propios ojos delimitando el camino que me queda por recorrer.
ResponderEliminarSin embargo, como dices, mi calendario se quedó sin números y el teléfono sin tonos.
Y paciencia, sigue quedando demasiada como para suplicar.
Un beso!
La esperanza es lo último que se pierde. Y mientras pases hojas del calendario estás teniendo esperanza. Un día, llegará. Todo llega. Ya verás.
ResponderEliminarUn beso.
Si no existen esas líneas, tendremos que aprender a buscarlas...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.