La Noche de San Juan es una festividad muy antigua en la que se celebra la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte cuyo rito principal consiste en encender una hoguera. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días, iba haciéndose más "débil", los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno. Simbólicamente el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban.
También es la "Noche de las brujas". Que no eran otra cosa que mujeres sabias que conocían las plantas y las utilizaban para curar. Estas mujeres fueron perseguidas por la Inquisición.
La caza de brujas alcanzó su clímax entre los siglos XV y XVII, siendo para el siglo XVIII sólo un recuerdo.
Pasar por encima de las hogueras que se encienden esta noche o meterse en el mar y saltar olas, son sólo algunas de esas leyendas que permiten, que se cumplan algunos de los deseos que pedimos durante esta noche tan llena de magia.
Siempre he sido algo supersticiosa. Este año ha sido el único que no me comí las uvas en fin de año y sólo ha servido para que crea aún más en la superstición.
Esta noche desafiaré a la magia y no haré ningún conjuro, ni pediré deseos, ni saltaré por encima de las llamas,… de todas formas ya tengo los pies quemados.
La superstición bien enetendida es buena consejera. Me refiero a aquellas personas que piensan que los sueños son buenos de por sí, y soñar siempre es una acción favorable.
ResponderEliminarYo, este año, no he ido a saltar las olas del mar a las doce de la noche. Pero igual seguiré soñando.
Un beso.
En muchos lugares es especial...Hace un año que imaginé una noche de San Juan especial para un concurso de relatos...jejeje...sin éxito...Pero bueno el nombre de la personaje me lo quedé para mi novelorrio Tiempos de Sombras...Si es que lo que no salga de una calvorota solitaria jejeje. Te lo dejo por si te apetece...
ResponderEliminarBésix
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