Ya he saboreado el egoísmo humano, realmente, lo engullí tantas veces que casi vomito.
sábado, 5 de junio de 2010
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Un rincón fuera del mundo desencantado
Cuando apuntas con un dedo, recuerda que los otros tres dedos te señalan a tí.
Vomítalo del todo, mejor que no quede nada en el estómago.
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