El comienzo de todas las cosas fue con una manzana. Y no me extraña nada...
Hoy en la frutería nada parecía entorpecer mi camino,
iba con decisión firme de coger unas manzanas y al estar justo delante de esa pirámide tan perfecta donde todas brillaban tanto, no supe cual coger para no estropear todo ese orden, pensé que si la cogía todo lo de alrededor se vendría abajo, mi mano se paralizó para no romper ese entorno tan idílico.
Ese paraíso no era para mí.
Así que me llevé una pera.
Igual ocurre en la vida.
miércoles, 5 de octubre de 2016
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A veces lo que buscamos no aparece ante nosotros de la forma que esperamos ... Y otras ... El temor al caos nos hace dejar el orden aparente sin entorpecer su suerte ... Abandonando la nuestra
ResponderEliminarNunca se sabe
Un abrazo de luz
nos conformamos y al hacerlo nos limitamos.. el truco, supongo, es buscar ese punto medio entre la resignación y la pelea...
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