Quiero que venga el aire fuerte y me haga dar vueltas sin caer, hasta llevarme a ese punto de partida, ese que dejé apartado para después, para más tarde cuando fuera más valiente o sólo un poco menos cobarde.
Aire de otoño, llévame a un futuro jamás imaginado.
Que aunque el sol esté despistado no se acerca a la luna.
Y no quiero días iguales, aunque tenga que perderme para encontrarlos.
Nunca llegan los cambios sin despedidas.
Ya iré preparando la bienvenida.
Los cambios siempre son complicados de afrontar, pero como bien dices son la única forma de seguir caminado, aunque a veces lo hagamos de una forma estúpidamente circular :)
ResponderEliminarla monotonía nos envuelve para no dejarnos soñar..
ResponderEliminarHermoso,Vanessa.
Besitos.
Bonito escrito, me ha gustado mucho leerlo. ¿Es tuyo? Si es así, felicidades por esa forma tan dulce de escribir.
ResponderEliminarUn beso.
Precioso lo que escribes y esta frase que lei al entrar en tu pagina me dejo pensando. "Hay cosas que no se dicen y mueren en los corazones.
ResponderEliminarOtras cosas no se dicen y mueren en un blog. " Me gustaria compartirla en uno de mis post si me lo permites. Te dejo un beso.
Esperar, a veces, es desesperar...
ResponderEliminarTambién hay que moverse en busca de...
Besos
A lo mejor después de todo el otoño nos depara una sorpresa y no es tan malo como lo pintan...
ResponderEliminarHabrá que confiar.
Siempre preparados para las bienvenidas, para los cambios, incluso los propios.
ResponderEliminarBesos.
El otoño es una de las dos mejores estaciones que hay, así que alegra ese corazón.
ResponderEliminarUn guiño ;)
y cuando menos te lo esperas te das cuenta que estas enamorada
ResponderEliminarVanessa, te dejé un premio en el blog!
ResponderEliminarTe entiendo. Yo también prefiero viento fuerte e incertidumbre antes que caer donde ya sé lo que va a ocurrir.
ResponderEliminarUn abrazo!
Cuantas veces no nos damos cuenta de las cosas. Me gustó llegar, así como en unos meses llegaré a Córdoba, como ya estuve y me encantó...
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