Hay cosas que no se dicen y mueren en los corazones.
Otras cosas no se dicen y mueren en un blog.



jueves, 3 de noviembre de 2011

EL ROSAL

El rosal en su inquieto modo de florecer
va quemando la savia que alimenta su ser.
¡Fijaos en las rosas que caen del rosal:
Tantas son que la planta morirá de este mal!
El rosal no es adulto y su vida impaciente
se consume al dar flores precipitadamente.

Alfonsina Storni




7 comentarios:

  1. florece y tenace una y otra vez :D
    Besos!

    ResponderEliminar
  2. O sea que no hay que comerse la vida de golpe. Este rosal es como los niñatos que toman de todo toto el tiempo y se destrozan antes de los cuarenta. De todas formas es difícil detener la vida que tiene ganas de ser vivida. Besos.

    ResponderEliminar
  3. Qué grande Alfonsina.
    La precipitación puede provocar cierta miseria en los actos,mucho dolor y desventura.
    Pero somos humanos aunque nos parezcamos a veces a los rosales y nos brote la precipitación.
    Besos.

    ResponderEliminar
  4. ...Y es que las prisas no son buenas consejeras.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Dicen que una persona que es paciente, puede conseguir lo QUE QUIERA.

    Yo creo que es verdad ;)


    Pasate si quieres: http://enfrentatealavida.blogspot.com/

    besitoss*

    alice...]*

    ResponderEliminar
  6. Y resulta que al final, quizás las espinas son la supervivencia de la rosa... así que tranquila, los rosales saben defenderse bien, es su naturaleza :)
    Que bien que hayas vuelta amiga, se te ha echado mucho de menos, a ti y a tu infinita Magia :)
    Un besazo enorme!!!

    ResponderEliminar
  7. sea como sea es una bonita forma de morir, ¿no?

    ResponderEliminar