Todos los gurús espirituales los maestros en educación emocional los psicólogos que hablan de no anclarse a nadie los místicos que promulgan el camino de la autosanación aquellos que miran por tu crecimiento personal los expertos en autoestima los que recomiendan ser fuerte y depender sólo de uno mismo.
Tienen razón pero yo soy más feliz cuando tú me miras.
"La palabra escrita es débil. Son muchas las personas que prefieren la vida. La vida mueve la sangre en tus venas. Huele de maravilla. Escribir es la mera escritura, la literatura es poca cosa. Apela únicamente a los más sutiles sentidos -la visión y el oído de la imaginación-, al sentido de la moral, al intelecto. Esta escritura a la que te entregas, y que tanto te emociona, que tanto te conmueve y te alboroza, casi como si estuvieras bailando junto a la banda de música, es apenas audible para cualquier otra persona. El oído del lector ha de ajustarse, rebajarse, para pasar del estruendo de la vida a la sutileza de los sonidos imaginarios que se desprenden de la palabra escrita."
Annie Dillard